Necesito sentir los vientos de tu sonrisa
como el aire fresco del centro de un ciclón.
Beber el dulce néctar de tus labios
y empaparme hasta saciarme sin prisa.
Necesito el roce de tu suave piel
para limar las asperezas de mi vida,
curtidas de soledad y heridas
por años de amarga hiel.
Dame tu piel, tu néctar y tus vientos
como muestra de verdadero amor,
y vive conmigo mil cuentos,
que la vida ya está llena de lamentos,
oscura por el llanto y el dolor,
y sólo éso que sentimos la puede llenar de color.